eran más interesantes las vistas de la montaña
con el palomo entrando.
Este es el corredor que hicimos, no hizo falta ni
ponerse crampones, el picu subía y bajaba, por
el tramo más empinado como si nada. Las vistas;
sin comentarios.
El fue el que más disfrutó.
No se como Aitor pudo sacar esa sonrisa profidén,
con la ventisca que había en ese momento. Temperatura ideal para picu.